miércoles, 14 de septiembre de 2011

Los Samurai.. Valores a Imitar......

En una sociedad moderna en la cual vivimos, a veces hace falta el transportarnos a epocas pasadas para encontrar la esencia y el sentido de convivencia humana.

Casi siempre , en todas las cultura y en todas la naciones encontramos imperfecciones en su accionar pero siempre han existido Valores y Virtudes que los hace grandes como seres humanos y que sobrepasan y minimizan las cosas que pudieran catalogarse como negativas.

Es por esto que me sente unos minutos y analice la conducta de un grupos de personas que vivieron en epocas pasadas y que le servirian en mucho al hombre actual como modelo a seguir en ciertos aspectos.

Estos son los Samurais..... Guerreros medievales del Japon Antiguo.

La palabra Samurái (侍 samurai) generalmente es utilizada para designar una gran variedad de Guerreros del antiguo Japon. Históricamente la imagen de un samurái estuvo más relacionada con la de un Arquero a caballo que con la de un espadachín, y no fue sino hasta que reinó una relativa paz cuando la espada adquirió la importancia con la que se la relaciona actualmente; la fantasía y la realidad de los samuráis se ha entremezclado e idealizado y sus historias han servido de base tanto de Novelas, como de Peliculas e Historietas.
Pero algo sumamente importante tienen de cierto y es su manera de vivir con pulcritud y valores que hoy en dia se han ido desvaneciendo en las personas a raiz de las inconductas que manifiestan muchas personas en esta sociedad moderna, y que a arrastrado a quienes aun cuentan con una educacion familiar aceptable; a tener que protegerse de dichas inconductas.
Los Samurais vivian bajo un codigo de honor etico, y podian exhihibir las sigtes virtudes que de ser tomadas por las personas de la sociedad moderna como modelos de educacion familiar, crearia hombres y mujeres excepcionales.

VIRTUDES DEL SAMURAI:
  • La defensa del honor, del nombre y de la Familia.
  • El sentido de la justicia y de la honestidad.
  • La sinceridad y el respeto de la palabra dada.
  • La educación y el respeto a la etica..
  • El valor y el desprecio de la muerte.
  • La simpatía hacia todos.
  • La lealtad absoluta hacia los superiores.
En una ocasion urgando en la internet encontre unos escritos que se denominaban "Libro del Samurai" el cual contenia algunas descripciones interesantes y aplicables a la conducta de las personas y que entiendo que le ayudarian a comprender que en este mundo que Dios nos permitio Vivir debemos modelar conductas ejemplares que no vulneren el derecho de los demas o el nuestro.

La Condición del Samurai

Si se debiera resumir en pocas palabras la condición del Samurai, yo diría que en primer lugar es devoción en cuerpo y alma a un fin. En segundo lugar yo diría que es necesario cultivar la inteligencia, la compasión y la valentía. La posición de estas tres virtudes reunidas puede parecer imposible al ser común, pero es fácil. La inteligencia no es más que saber conversar de unas cosas y otras con los demás, consiguiendo con ello una sabiduría infinita. La compasión cosiste en actuar en bien de los demás comparándose con ellos y dándoles la preferencia. La valentía es saber apretar los dientes.

El Orgullo

El que tiene pocos conocimientos se vuelve rápidamente pretencioso y se deleita en la idea de ser considerado como un hombre competente. Los que se enorgullecen de sus talentos y se estiman superiores a sus contemporáneos serán inevitablemente castigados por alguna manifestación del Cielo. La Biblia dice:

El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.. Las Estrellas no luchan para brillar, los ríos no luchan para fluir, y TÚ nunca tendrás que luchar para sobresalir en la vida, porque es el Señor quien debe brillar.

Un hombre que no sepa hacerse apreciar de los otros no será de utilidad a nadie a pesar de su alta competencia. El que trabaja arduamente y sabe permanecer modesto; el que se alegra de la posición subordinada que ocupa al mismo tiempo que respeta a sus iguales, será altamente estimado.

La Critica a Los Demás Reprender y corregir a alguien por sus errores es importante. Este acto esencialmente caritativo es la primera obligación del Samurai. Pero hay que esforzarse en hacerlo de la manera conveniente. En efecto, es fácil encontrar cualidades y defectos en la conducta del prójimo. También es igualmente fácil criticarlo. La mayoría de las personas se imagina que es por gentileza que dicen a los otros lo que no desean oír y si alguna vez sus críticas son mal acogidas, piensan que los otros son incurables. Tal manera de pensar no es razonable. La misma da tan malos resultados como colocar a alguien en una situación embarazosa o bien si alguien nos insultara. Esto no es muchas veces más que una mala manera de sacar lo que nos pesa en el corazón. La crítica sólo debe intervenir después de haber discernido si la persona la aceptará o no, después que uno se ha hecho amigo de ella, de haber compartido sus intereses y de haberse comportado de manera tal que nos concede su entera confianza para que tenga fe en nuestras palabras. Luego interviene el tacto. Hay que sentir el buen momento y la buena manera de ejercer su crítica - por carta o al regresar de una reunión particularmente agradable-. Hay que empezar comentando sus propios fallos y luego llevar a su interlocutor a comprender, sin pronunciar más palabras de las necesarias. Hay que alabar sus méritos; esforzarse en darle ánimos, en preparar su humor; volverlo tan receptivo a las observaciones del mismo modo que el hombre sediento lo es al agua. Es entonces cuando hay que corregir sus errores. La crítica constructiva es delicada. Sé por experiencia que las costumbres malas y antiguas, no ceden sin fuerza. Me parece que la actitud más verdaderamente caritativa consiste, para todos los Samurais al servicio de un mismo Daimyo, en ser benevolentes y amistosos los unos con los otros, corregir mutuamente sus errores para servir luego. Poniendo a alguien voluntariamente en una situación embarazosa no se hace nada constructivo.Previsión El lenguaje militar emplea los términos de "Samurai ilustrado" y de "Samurai ignorante". Un Samurai que ha esperado tenerse que enfrentar con situaciones difíciles para aprender a salir de ellas no es ilustrado. Un Samurai que se preocupa por adelantado de todas las situaciones y soluciones posibles, es sabio. Será por lo tanto capaz de hacerle frente con brillantez cuando la ocasión se presente. No importa lo que ocurra, un Samurai ilustrado es aquel que se preocupa de los detalles de la acción, antes de la hora. Un Samurai imprevisor, en cambio, da la penosa impresión de arrastrase en una gran confusión y su éxito sólo proviene de una suerte anormal. Sólo un Samurai negligente no considera todas las eventualidades antes del momento de la acción. No comparto la opinión de los que preconizan una autoridad estricta y constante. Como dice el proverbio: "El pez no vive en el agua Clara". Son las algas las que le permiten desarrollarse plenamente hasta su madurez. Es cuando uno pasa de los detalles y no cuida de las quejas menores cuando es capaz de procurar la serenidad a los que nos sirven. La comprensión de este principio es esencial para el que quiera comprender el carácter y el comportamiento de los demás.

Como Ser un Samurai de Este Tiempo
Tengo la impresión de que los jóvenes de hoy en día se han fijado objetivos lamentablemente bajos. Tienen la mirada furtiva de los ladrones. La mayoría sólo busca su interés personal o hacer gala de su inteligencia. Incluso los que parecen tener el alma serena sólo muestran una fachada. Esta actitud no es conveniente. Un Samurai sólo lo es verdaderamente en la medida que no tiene otro deseo que de volverse puro espíritu- ofreciendo su vida, en la medida donde su preocupación constante es el bienestar de su familia como ente principal de la sociedad.
En efecto, el mundo está abordando un período de degeneración; los hombres pierden su virilidad y se parecen cada vez más a las mujeres. Cuando miro a los hombres de hoy en día, me digo: "Mira, mira, he aquí un pulso femenino". Ya no encuentro prácticamente nunca lo que se llama un hombre verdadero. Debido a esto es por lo que es posible hoy en día ser considerado excelente y acceder a una posición importante con un esfuerzo mínimo.
Abominar el mal y conducir su vida con rectitud se vuelve extremadamente difícil. Ello es bastante sorprendente pero muchos errores tienen por origen la creencia de que es esencial ser estrictamente lógico y colocar la rectitud por encima de cualquier otra cosa. Existe una vía más elevada que la rectitud que es DIOS, pero su descubrimiento no es una cosa fácil e antepone la Fe mas que una profunda sabiduría. Comparados con esta vía, los principios lógicos son insignificante, en efecto.

Entrenamiento

Cuando un Samurai alcanza un nivel superior, es capaz de tomar, por propia iniciativa, decisiones en cualquier situación, de tal manera que ya no requiere los consejos de los otros. Luego, por encima de este nivel, están aquellos cuyo rostro jamás revela lo que piensan, los que no hacen jamás gala de su habilidad, que fingen ignorancia e incompetencia. Y lo que es más: respetan la habilidad de los otros. Para muchos, ésta es la ambición más alta. Pero a un nivel todavía más elevado existe un dominio que supera la habilidad del común de los mortales. El que se compromete a fondo en la Vía de este campo, toma conciencia de que su entrenamiento será ilimitado y que no podrá estar jamás satisfecho de su trabajo. Por esto un Samurai debe conocer sus debilidades y pasar su vida corrigiéndolas sin jamás tener el sentimiento de haber hecho ya lo suficiente. No debe, naturalmente, tener demasiada confianza pero tampoco sentirse inferior.

Entre las proclamaciones públicas que ha hecho el Señor Naoshige, se encuentra la siguiente: "Las decisiones importantes deben ser tomadas con calma" y explica: "Los asuntos menores deben ser estudiados con seriedad. Hay pocos problemas realmente importantes, solamente se presentan más de dos o tres en toda una existencia. Una reflexión cotidiana nos convencerá. Es por ello que es indispensable prever lo que conviene hacer en caso de crisis. Cuando ésta se manifieste, habrá que acordarse de la solución, para resolverla en consecuencia. Sin una preparación cotidiana, cuando sobrevenga una crisis delicada, se será incapaz de tomar una decisión rápida, lo que conlleva el riesgo de consecuencias desastrosas". ¿No es entonces posible decir que para poder tomar con calma decisiones importantes, hay que prepararse cada día con resolución?

En el curso de una reunión cuya meta era examinar la oportunidad de conceder una promoción a cierta persona, se tuvo noticia de que la misma, anteriormente, era muy aficionada a la bebida. Por lo tanto, los participantes estaban muy propensos a negarle su adelanto. Sin embargo, uno de ello intervino: "No animar a un hombre porque ha cometido un solo error, es impedir que mejore. Si un hombre, que ha flaqueado una vez, muestra, por una conducta irreprochable y conforme a las reglas, que lamenta sinceramente su error, animadlo".

Después de que él hubo dado tal seguridad, la asistencia le rogó que diera sus razones.

Entonces, uno de los presentes dijo: ¿Asumís la responsabilidad de tal decisión?" ...

Dio esta respuesta: "Lo avalo porque sé que se ha equivocado una vez. No se puede conceder confianza al que no ha cometido jamás errores". Fue de este modo que el interesado consiguió su promoción.

Animar a un Amigo

Cuando se visita a un Samurai golpeado por la desgracia, lo que se le dice para animarlo es siempre de una extremada importancia. Él es, en efecto, capaz de discernir a través de nuestras palabras los móviles verdaderos que animan a su interlocutor. Para animar a un amigo en dificultades el secreto a revelarse es el siguiente: un verdadero Samurai no debe pavonearse ni perder confianza. Debe ir siempre hacia delante, sino no avanzará y será totalmente inútil

Las Palabras

Se dice que no hay que dudar jamás en corregirse cuando uno a cometido un error. La falta desaparece rápidamente si uno se corrige sin demora. Cuando se intenta remediar un error, ello se vuelve desplazado y doloroso. Cuando se dice algo que no se debería haber dicho, si uno se autocritica rápida y claramente, aquello se olvida pronto y ya no hay necesidad de preocuparse. Pero si alguien nos censura, hay que saber contestar.

La Actitud Durante la Tormenta

Existe lo que se llama la actitud durante la tormenta. Cuando uno es sorprendido por una repentina tormenta, se puede o bien correr lo más aprisa posible o bien colocarse rápidamente bajo los aleros de las casas que bordean el camino. De todos modos nos mojaremos. Si uno ya estuviera preparado mentalmente a la idea de estar mojado, se estaría a fin de cuentas muy poco contrariado con la llegada de la lluvia. Se puede aplicar este principio con provecho en todas las situaciones.

La Amistad Se Mide en la Adversidad

Se ha dicho: "Si queréis sondear el corazón de un amigo, caed enfermo." Una persona a la que consideráis amiga cuando todo te va bien, y que os da la espalda como un extraño en caso de enfermedad o de infortunio, no es más que un cobarde. Es mucho más correcto cundo un amigo debe enfrentarse con el infortunio, estar cerca de él, visitarlo y socorrerlo. Un Samurai no debe jamás, mientras viva, permitirse distanciarse de aquellos de los que es deudor espiritualmente. He aquí por lo tanto un medio para medir los verdaderos sentimientos de un hombre. La mayor parte del tiempo nosotros nos dirigimos a los demás para pedirles ayuda y luego los olvidamos en cuanto la crisis ha pasado.

Éxito y Fracaso

La bondad o la maldad del carácter de un individuo no se reflejan en el éxito momentáneo o en el fracaso, aquí abajo. El éxito o el fracaso no son, a fin de cuentas, más que manifestaciones de la Naturaleza. El bien y el mal son, sin embargo, naturalezas humanas. No obstante, es cómodo, por razones didácticas, expresarse como si el éxito o el fracaso en el mundo fueran el resultado directo de un buen o mal carácter.

Educar a los hijos de Samurais

Hay una manera de educar a los hijos de Samurais. En su infancia se ha de favorecer su bravura y evitar darles miedo frívolamente o burlarse de ellos. Si una persona se ve afectada por la cobardía cuando niño, queda una cicatriz para toda la vida.

Es un error de los padres que, sin reflexionar, hagan temer a los niños los relámpagos, los sitios oscuros, o contarles cosas terroríficas para provocar sus lloros. Más aún, si un niño es reñido severamente se volverá tímido. No debe tolerarse que se formen malos hábitos. Después que se ha formado un mal hábito, aunque se reprenda al niño, ya no mejorará. Para cosas tales como el hablar correctamente o tener un buen comportamiento hay que volver gradualmente al niño consciente de ello. No dejéis que el niño conozca la avaricia. Otra cosa más, si tiene una naturaleza normal, se desarrollará siguiendo el camino que se le marque.

Otro punto más a tener en cuenta es que si los padres tienen una mala relación, el niño no tendrá sentimientos filiales. Esto es natural. Incluso los pájaros y las bestias se sienten afectados por lo que ven en el momento de nacer. Por lo tanto, las relaciones entre padre e hijo se pueden deteriorar debido a la inconsciencia de la madre. Una madre quiere a su hijo por encima de todas las cosas y será imparcial con él cuando es corregido por el padre. Si se vuelve una aliada del niño, tal cosa sembrará la discordia entre el padre y el hijo. Debido a la estrechez de su mente, una mujer ve a su hijo como el sostén de su vejez.

La Desgracia

No es suficiente evitar simplemente sentirse desanimado cuando llega una prueba. Cuando llega una desgracia, el Samurai debe alegrarse y coger la suerte que le es ofrecida por poder emplear así su energía y su valentía. Tal actitud difiere radicalmente de la simple resignación. Cuando la marea sube, el barco flota...

Los Consejos

Son numerosas las personas que dan consejos, pero escasas son las que los reciben con reconocimiento, y todavía más raros los que los siguen. Después de los 30 años, el hombre se vuelve, por lo general, impermeable a los consejos. Cuando los consejos ya no le alcanzan se vuelve rápidamente fatuo y egoísta. Añade, para el resto de sus días la impudencia a la estupidez, lo que irremediablemente causará su pérdida.

Es por ello que es indispensable descubrir a alguien capaz de discernir, ligándose fuertemente a él para recibir su enseñanza.

Un Samurai que no concede ningún interés a la riqueza y al honor, acaba habitualmente por volverse insignificante y envidioso. Este hombre es a la vez vano e inútil, acaba por revelarse inferior a aquel mismo cuyos únicos móviles son la ambición, el dinero y la fama. No es de ninguna utilidad inmediata.

Determinación

Cualquiera que sea la meta, nada es imposible de hacer cuando uno está determinado. Se puede entonces remover cielo y tierra según convenga. Pero cuando el hombre no tenga "el corazón en el vientre", no se puede persuadir de ello. Remover cielo y tierra sin esfuerzos es una simple cuestión de concentración.

Es bueno desarrollar su potencia hasta la edad de cuarenta años. En cambio es aconsejable "calmarse" a partir de los cincuenta. Cuando alguien os da su opinión, hay que saber aceptar con gratitud incluso si no es de ningún interés. Solo con esta condición os comunicará lo que ha oído decir de vosotros. Es bueno dar y recibir avisos de una manera amistosa.

Dignidad y Sinceridad

La dignidad de un ser se mide por la impresión exterior que da. Hay dignidad en el esfuerzo y la asiduidad; en la serenidad y la discreción. Hay dignidad en la observación de las reglas y en la rectitud. También hay dignidad para apretar los dientes y mantener los ojos abiertos: todas estas actitudes son visibles desde el exterior. Lo que es capital es actuar siempre con dignidad y sinceridad.

Un hombre valeroso debe permanecer impávido y jamás dar la impresión de estar desbordado. Sólo las personas insignificantes, cuyo carácter se revela agresivo, buscan la fama a cualquier precio y chocan con todos los que frecuentan.

El Orgullo

Alguien dijo un día: "Hay dos tipos de orgullo, el interno y el externo. Un Samurai que no posee los dos es de una utilidad dudosa." El orgullo puede ser comparado con la hoja de un sable. Debe afilarse y luego volverse a colocar en la vaina.

De vez en cuando, es desenvainada, sostenida y limpiada para volverla a envainar. Si el sable de un Samurai siempre está desenvainado, si está siempre levantado, la gente le temerá y le será difícil tener amigos. Si por el contrario, no lo saca jamás de su vaina, la hoja se enmohecerá y la gente ya no temerá al que lo lleva.

Intuición Súbita

Deberían escucharse con respeto y gratitud las palabras de un hombre de gran experiencia, incluso si habla de cosas que ya sabemos. Ocurre, a veces, que después de haber oído diez o veinte veces la misma cosa, uno tenga una intuición súbita y que esta intuición trascienda la significación habitual. Hay una tendencia a mirar desde lo alto a la gente anciana y a no tomar en serio sus comentarios. Pero deberíamos hacer lo contrario, acordándonos que han tenido el beneficio de una larga y real experiencia.


Es verdaderamente facinante el conocer que no importa la cultura, el pais la condicion social y demas, los valores que inculquemos a nuestros hijos mediante la educacion y nuestro compaortamiento, es lo que al final prevalecera y nos permitira aportar un granito de arena en la concepcion de un mundo de armonia donde los seres humanos entiendan que EL RESPETO AL DERECHO AJENO ES LA PAZ.

Terminaria este escrito Citando la Biblia con lo siguiente;

"Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia inteligencia, Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus sendas."..Proverbios 3:5